Cómo alojar fuentes de Google localmente en WordPress
Cómo alojar fuentes de Google localmente en WordPress
Las Google Fonts son, sin duda, una de las formas más sencillas de personalizar tu web, que por default no necesitas alojar localmente, sino que tu sitio las solicita desde un servidor de Google. Siendo así, ¿cuál es el problema entonces? ¿Por qué querrías sacrificar algo de espacio de alojamiento para almacenar archivos de fuentes que no necesitan almacenarse localmente? Y, si nos vamos más atrás, ¿qué son las fuentes de Google y en qué se diferencian de las fuentes comunes en WordPress? Responder a estas y otras preguntas es la intención de este artículo.
¿Qué son las fuentes de Google?
Google Fonts es una biblioteca con más de mil familias de fuentes gratuitas, de código abierto y optimizadas para la compatibilidad. Hay muchas fuentes de Google para elegir , pueden adaptarse a cualquier marca o estilo, y es por eso que son las preferidas por los diseñadores web.
Por qué alojar Google Fonts localmente
Cuando tu sitio web intenta mostrar un contenido con una o varias fuentes de Google Font, la carga desde un servidor externo. Si bien esto te ahorra un poco de espacio en tu servidor, también significa que tu sitio se carga mucho más lento. No tanto como para que tu lo notes a simple vista, pero sí será perceptible por los navegadores, y eso puede afectar tu clasificación SERP (posición dentro de los resultados de búsqueda de Google). Claro, hay algo evidentemente irónico en que Google te desvalorice por hacer uso de uno sus propios servicios, por ello lo que buscamos aquí es justamente tratar que eso no suceda.
El otro problema, mucho más importante, es que algunas jurisdicciones europeas ahora consideran que Google Fonts es una violación ilegal de las normas de privacidad, y que no cumple con la ley de protección al consumidor en Europa GDPR, o Reglamento General de Protección de Datos, obligatorio para hacer cualquier tipo de negocio en o con cualquier país de este continente.
Esto significa que el uso de Google Fonts hace que la dirección IP de cada usuario esté disponible para Google, cuando en realidad nunca tuvieron la intención inicial, explícita y consciente de interactuar con Google (sino con tu sitio). Siendo la IP información de identificación personal, cae bajo el mandato de GDPR. Entonces, dado que el sitio web infractor puso a disposición de Google los datos personales de un usuario sin consentimiento informado previo, el sitio web infractor es entonces el responsable de los daños resultantes. Otra razón más para buscar ser compatible con GDPR, mediante el alojamiento local de las fuentes de Google, para cortar este redireccionamiento hacia sus servidores.
¿Y por qué no simplemente dejar de usar las fuentes de Google?
Ya has invertido tiempo, esfuerzo y dinero, para tener tu sitio web tal como está ahora. Si simplemente dejas de usar Google Fonts (si llegaste a incluirlo en tu diseño), deberás encontrar alternativas adecuadas, o peor aún -según cómo lo consideres-, tu tema podría volver a las monótonas y aburridas fuentes del sistema. No solo se verá mal, sino que también hará que tu sitio web parezca extraño y poco confiable para un visitante. Piénsalo: ¿te sentirías cómodo compartiendo tus datos o haciendo negocios con un sitio web que parece extrañamente vintage y un poco fuera de lugar de alguna manera?
Cómo alojar las fuentes de Google localmente
Como suele hacerse con WordPress: todo generalmente se resuelve con un plugin. En este caso utilizaremos uno completamente gratuito y sencillo, llamado OMGF . OMGF significa Optimize My Google Fonts, y eso es exactamente lo que hace este plugin. Después de haberlo instalado y activado, básicamente habrás terminado. Es así de simple.
Si bien el plugin tiene varias funciones, nos centraremos en generar copias alojadas localmente de las fuentes de Google. Y todo lo que necesitas hacer para lograrlo es ir a Configuración/Optimizar fuentes de Google desde tu panel de control de WordPress.
Una vez allí, verás la configuración del plugin organizada en varias pestañas. La pestaña Optimizar fuentes debería abrirse automáticamente. Si no, ábrela.
Desplázate hacia abajo y haz clic en el botón Guardar y optimizar .
Y eso es todo. Estás listo. Tus fuentes de Google están alojadas localmente, tu sitio web se cargará más rápido (tú no lo notarás, pero los navegadores y tester de velocidad sí que lo harán) y cumplirás (si te interesa o estás en el mercado europeo) con el RGPD, lo que te protegerá de responsabilidades, al menos en este aspecto.
En conclusión
Optimizar tu sitio web para una carga más rápida es algo en lo que siempre deberías pensar sin ningún incentivo adicional, ya que cuando de velocidad de carga se refiere, todo lo que restes suma.
Por otro lado, aunque no planees hacer negocios con ciudadanos de la UE ten en cuenta el hecho de que Internet está en todas partes, y que -al menos que tengas un filtro de geolocalización- tienes poco control sobre quién puede visitar tu sitio web, por ello debes asegurarse que no violes las estrictas estipulaciones de GDPR (como la que te describimos arriba en cuanto al uso de Google Font).
Si la solución es simplemente instalar y activar un plugin, que además es gratuito, nada te cuesta reaprender cómo usar (y sobre todo alojar) adecuadamente la fuentes de Google, con solo unos pocos clics del ratón.
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